Miedo a la sangre en el dentista
Las personas tenemos diferentes miedos con los que convivimos sin que ellos se transformen en un problema.
Cuando el miedo nos sobrepasa terminamos descontrolados y nos bloqueamos.
Los miedos deben comprenderse como respuestas ante escenarios de peligro. Pero cuando esa respuesta es irracional o desproporcionada se considera fobia.
No todas las prestaciones generan miedo, ansiedad y fobia. Algunas prestaciones producen situaciones específicas como ser las agujas o la sangre, el dolor, el dentista mismo.
El miedo a la sangre en el dentista en muchos casos se produce por creencias erróneas acrecentadas por la imaginación que lleva a producir información errada en las personas.
Miedo a la sangre en el dentista
Para algunas personas con miedo a la sangre lo relacionan con el miedo al dentista mismo.
Pensar que el profesional puede perder el control, o los instrumentos y equipos que este manipula pueden dañar, y provocar una hemorragia.
Ver la sangre misma, hace que la persona crea que se va a desangrar o va a tener una hemorragia imparable que lo lleva al desmayo y a la muerte, etc
El creer que tendrá una hemorragia con un tratamiento normal, lleva a la persona a un gran miedo que se transforma en irracional.
Es necesario estructurar pensamientos realistas para superar esos miedos erróneos que nos paralizan ante la atención dental. Hay que rehacer el camino en esa linea.
Miedo a la sangre en el dentista: Creencias.
Muchas situaciones que creen las personas, raramente suceden generando un miedo que se debe modificar con la incorporación de información correcta.
Lo correcto es que cuando es necesario realizar algún tratamiento traumático como una extracción, sangra y eso es lo normal.
Exepcionalmente cuando hay un sangramiento anormal, los profesionales son capaces de contener y abordar según la naturaleza del mismo.
Sea por un problema de coagulación, factores hematológicos alterados, ruptura de un vaso sanguíneo, etc.
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