Estrés en el dentista
Hay muchas situaciones que para las personas son estresantes, el dentista es una de ellas. Ir al dentista para una buena parte de la población no es grato, sin embargo convivimos con muchas situaciones que no nos agradan pero que son inevitables y no por ello destructivas.
Nos estresamos cuando la ansiedad, el miedo, miedo al dolor, la angustia, lo desconocido, la pérdida de control, o la desconfianza hacia el profesional mismo entre otras causas nos generan incertidumbre y como resultado estrés.
Estrés en el dentista
La odontología hoy busca realizar tratamientos predecibles con resultados conocidos y no al azar, sin embargo es una realidad que los dentistas como personas y las técnicas eventualmente podrían fallar. Lo importante ante estas realidades es que el dentista sea criterioso como para ponderar las condiciones y dificultades para ofrecer tratamientos seguros, que no duelan o que no genere esa perdida de credibilidad en los procedimientos y en la ciencia odontológica como tal.
Inevitablemente el estrés es desgastante, pero en medida que le damos la justa medida a las cosas y las ponemos en el lugar que corresponde, conversando, comunicándonos, y concordando con el profesional lo que se va a hacer y nuestras aprensiones, además de verificar en qué condiciones se realizarán, sin dudas haremos que las cosas estén mas controladas y nosotros mismos nos estresaremos menos.
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